En un viejo muelle llamado de los Franceses suerte de prolongación de la actual calle Ayacucho, unido a los murallones por donde pasaban los trenes de la Estación Retiro, se funda el Club de Pescadores, primera entidad en su género en América Latina. Este muelle de diez cuadras de largo era utilizado en el siglo pasado por empresas carboneras francesas para desembarcar su producto en nuestro país y descargarlo directamente a vagones del ferrocarril, los que luego se deslizaban por unas vías colocadas sobre aquel muelle. La actividad del mismo había cesado hace algún tiempo, y el abandono causaba en él un deterioro creciente.